"JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD - MADRID 2011"

EN ESTE BLOG, PRETENDO RECOGER DESDE EL PRÓXIMO DÍA 1 DE FEBRERO, VISPERA DE LA FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA, TODOS LOS ACONTECIMIENTOS Y ACTOS QUE SE VAYAN SUCEDIENDO EN LA ORGANIZACIÓN DEL ENCUENTRO MUNDIAL DE LA JUVENTUD, QUE PRESIDIDO POR SU SANTIDAD BENEDICTO XVI, SE CELEBRARÁ EN MADRID EL MES DE AGOSTO DEL PRÓXIMO AÑO 2011.







miércoles, 17 de agosto de 2011

MARTES DÍA 16 DE AGOSTO "INAUGURACIÓN"


Cardinal Stanisław Ryłko
President
Pontifical Council for the Laity
Vatican City

Opening Mass of WYD 2011 in Madrid
Greeting to the young people
Plaza Cibeles, 16 August 2011

Dear young people,

The day we have all been waiting for has arrived: the inauguration of the 26th World Youth Day. After a long path of preparation you are finally here in Madrid, a beautiful modern city that will be the world capital of Catholic youth for the next few days...

“Blessed is the one who comes in the name of the Lord!” (Ps. 118: 26). With the words of the psalmist I extend a cordial welcome and affectionate greeting on behalf of the Pontifical Council for the Laity, the department of the Holy See entrusted by the Pope with the organisation of world meetings of young people. I also greet your bishops, priests, religious and lay leaders who have come here with you and have guided you on your journey of spiritual preparation for this great adventure of faith that we shall experience together for the next few days.

You have come to this meeting with the Holy Father Benedict XVI bringing with you all your plans and hopes, as well as your concerns and apprehensions about the choices that lie ahead. These will be days that you will never forget, days of important discoveries and decisions that will be decisive for your future.

Our reflection and prayer over the next few days will be guided by the words of Saint Paul that you know so well: “Planted and built up in Jesus Christ, firm in the faith” (cf Col 2:7). This is very demanding because it contains a definite life plan for each one of us. Faith will be at the centre of our reflection at this time. Faith is a decisive factor in each person’s life. Everything changes according to whether God exists or not. Faith is like a root that is nourished by the lifeblood of the word of God and the sacraments. It is the foundation, the rock on which life is built, the dependable compass that guides our choices and gives clear direction to our lives.

Many of us might wonder: in our world today where God is often rejected and people live as if God did not exist, is it still possible to have faith?

Dear young people! You are gathered here in Madrid after having come from the most remote corners of the planet. You have come to say aloud to the whole world – and in particular to Europe which is showing signs of being very lost – your unwavering “yes”! Yes, faith is possible. It is in fact a wonderful adventure that allows us to discover the magnitude and beauty of our lives. This is because God, revealed in the face of Christ, does not put human beings down. God exalts us beyond all measure and beyond our wildest imaginings! For the next few days, together with the apostles, we all want to shout aloud to the Lord: “Increase our faith!” (Lk 17:5). Like Saint Anselmo, we too want to pray: Lord, “Teach me to seek you, and reveal yourself to me as I seek, because I can neither seek you if you do not teach me how, nor find you unless you reveal yourself (Proslogion 1:1).

As we await the arrival of Pope Benedict XVI, we have welcomed a special guest this evening to WYD in Madrid. Blessed John Paul II has come back to you, the young people that he loved so much, and who was equally loved by you. He has returned as your blessed patron and as a protector in whom you can trust. He has returned as a friend – a demanding friend, as he liked to call himself. He has come to say to you yet again and with much affection: Do not be afraid! Choose to have Christ in your lives and to possess the precious pearl of the Gospel for which it is worthwhile giving everything!

Dear young people!
The 2011 World Youth Day in Madrid has begun!
Once again I say to you: welcome to you all to Madrid!



Card. Stanisław Ryłko
Presidente
Pontificio Consejo para los Laicos
Ciudad del Vaticano

Santa Misa de inauguración de la JMJ Madrid 2011
Saludo a los jóvenes
Plaza Cibeles, 16 de agosto de 2011


Queridísimos jóvenes,
Aquí estamos, llegó el día tan esperado: la inauguración de la vigésimo sexta Jornada Mundial de la Juventud. Tras un largo camino de preparación finalmente estáis aquí, en Madrid, bellísima y moderna metrópolis que en estos días será la capital de la juventud católica del mundo entero…
«¡Bendito el que viene en nombre del Señor!» (Sal 118, 26). Con estas palabras del salmista os doy una cordial bienvenida y un saludo afectuoso de parte del Pontificio Consejo para los Laicos, el dicasterio de la Santa Sede al cual el Papa confía la organización de estas reuniones mundiales de jóvenes. Un saludo agradecido a vuestros obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, así como a los formadores laicos que os han acompañado y guiado en el proceso de preparación espiritual para la gran aventura de la fe que viviremos juntos en estos días.
Habéis traído a esta cita con el Santo Padre Benedicto XVI vuestros proyectos, vuestras esperanzas y también vuestras inquietudes, la preocupación por las decisiones que os esperan… Serán días inolvidables de importantes descubrimientos y de decisiones determinantes para vuestra vida…
Nuestra reflexión y nuestra oración en estos días estarán guiadas por la palabra de San Pablo que ya todos conocéis: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe…» (Col. 2,7). ¡Es una palabra que nos compromete porque contiene un claro programa de vida para cada uno de nosotros! En estos días la fe estará en el centro de nuestra reflexión; porque la fe es un factor decisivo en la vida de cada hombre. ¡Si Dios existe o no existe, todo cambia! La fe es la raíz que nos nutre con la savia vital de la Palabra de Dios y los sacramentos; es el fundamento, la roca sobre la cual construir la vida, la brújula segura que guía nuestras decisiones y da a nuestra vida la orientación decisiva.
Sin embargo, muchos hoy se preguntan: en nuestro mundo, que tan a menudo rechaza a Dios y vive como si Dios no existiera, ¿es aún posible la fe? …
¡Queridísimos jóvenes! Os habéis reunido aquí, en Madrid, desde los rincones más remotos del planeta, para decir en voz alta a todo el mundo – y en particular a esta Europa que está dando signos de profunda desorientación – para decir vuestro firme “sí”! “Si”, ¡la fe es posible! Es más, es una aventura maravillosa que nos permite descubrir toda la grandeza y la belleza de nuestra vida. Porque Dios, que se ha revelado en el rostro de Jesucristo, no disminuye al hombre sino que lo enaltece mas allá de toda medida, mas allá de toda imaginación! En estos días, junto con los Apóstoles, queremos todos gritar al Señor: «¡Aumenta nuestra fe!» (Lc 17,5)… Queremos también nosotros orar con las palabras de San Anselmo: Señor, «enséñame a buscarte, muéstrate al que te busca, porque no puedo buscarte si no me enseñas el camino. No puedo encontrarte si no te haces presente.» (Proslogion 1,1)
Mientras esperamos la llegada del Papa Benedicto XVI hemos acogido esta noche a un huésped especial de la JMJ de Madrid: el Beato Juan Pablo II. Él ha regresado entre vosotros, los jóvenes a los que tanto amó y que tanto lo han amado: ha regresado como Beato patrón vuestro y como protector al que podéis confiaros; ha regresado como amigo – un amigo exigente, como le gustaba a él mismo definirse… Ha venido a deciros una vez más, con muchísimo afecto: ¡No tengáis miedo! ¡Optar por Cristo en la vida es adquirir la perla preciosa del Evangelio por la cual vale la pena darlo todo!
¡Queridísimos jóvenes! ¡La JMJ de Madrid ha empezado!
De nuevo os digo: ¡Bienvenidos todos a Madrid!


Card Stanisław Ryłko
Président
Conseil Pontifical pour les Laïcs
Cité du Vatican

Messe d’inauguration de la JMJ de Madrid 2011
Accueil des jeunes
Plaza Cibeles, 16 août 2011


Très chers jeunes,

et voilà, le jour tant attendu est arrivé: l’inauguration de la XXVIème Journée Mondiale de la Jeunesse. Après un long cheminement de préparation vous êtes finalement arrivés ici, à Madrid, la belle métropole moderne qui deviendra ces jours-ci la capitale de la jeunesse catholique du monde entier...
“Béni soit celui qui vient au nom du Seigneur!...” (Ps 118,26). C’est par ces mots du Psaume que je vous donne cordialement la bienvenue avec toutes les chaleureuses salutations de la part du Conseil Pontifical pour les Laïcs, le dicastère du Saint-Siège auquel le Pape a confié l’organisation des rencontres mondiales des jeunes. J’adresse une pensée reconnaissante à vos évêques, aux prêtres, aux religieux et aux religieuses, ainsi qu’aux formateurs laïcs qui vous ont accompagnés et vous ont guidés sur le parcours de préparation spirituelle à cette grande aventure de la foi que nous vivrons ensemble ces jours-ci.
À ce rendez-vous avec le Saint-Père Benoît XVI vous avez amené vos projets et vos espoirs, mais aussi vos inquiétudes, les préoccupations pour les choix qui vous attendent... Ce seront des jours inoubliables de découvertes importantes et de décisions déterminantes pour votre vie...
Les réflexions et les prières de ces journées seront guidées par les mots de Saint Paul que vous connaissez bien “Enracinés et fondés en Christ, affermis dans la foi...” (Col 2,7). C’est une parole exigeante parce qu’elle contient un programme de vie précis pour chacun de nous! Ces jours-ci, au cœur de notre réflexion il y aura la foi. Parce que la foi est un facteur décisif dans la vie de tout homme. Tout change, selon le fait que Dieu existe ou qu’Il n’existe pas! La foi est la racine qui nous nourrit avec la lymphe vitale de la parole de Dieu et des sacrements; c’est le fondement, la roche sur laquelle construire notre vie, la boussole sure qui guide nos choix et donne à notre vie son orientation décisive.
Aujourd’hui malheureusement, dans notre monde qui si souvent refuse Dieu et vit comme s’Il n’était pas là, beaucoup se demandent : la foi est-elle encore possible?...
Très chers jeunes! Vous êtes venus ici, à Madrid, des endroits les plus retirés de la planète, pour dire à voix haute au monde entier - et en particulier à cette Europe qui montre les signes d’un profond désarroi - votre “oui” convaincu! “Oui”, la foi est possible! Plus encore, c’est même une aventure merveilleuse qui nous permet de découvrir toute la grandeur et la beauté de notre vie... Parce que Dieu, qui s’est révélé sous le visage du Christ, ne diminue pas l’homme, mais il l’exalte de façon démesurée, au-delà de toute imagination! ... Ces jours-ci, nous voulons crier avec les Apôtres au Seigneur: “Augmente notre foi!” (Lc 17,5)... Nous voulons aussi prier avec Saint Anselme: Seigneur, «enseigne-moi à Te chercher, montre-toi à qui Te cherche, car je ne puis Te chercher si Tu ne m’enseignes, ni Te trouver si Tu ne te montres» (Proslogion 1,1).
En attendant l’arrivée du Pape Benoît XVI, nous avons accueilli ce soir un invité spécial de la JMJ de Madrid: le Bienheureux Jean-Paul II qui revient au milieu de vous jeunes qu’il a tant aimés, et dont il a été aussi beaucoup aimé: il est revenu comme votre Patron Bienheureux et comme le Protecteur à qui vous pouvez vous confier; il est revenu comme un ami - un ami exigeant, comme il aimait à se décrire... Il est venu vous dire une fois de plus, avec tant de chaleur: N’ayez-pas peur! Choisir le Christ dans sa vie c’est acquérir la perle précieuse de l’Évangile pour laquelle cela vaut la peine de tout donner!...

Très chers jeunes!
La JMJ de Madrid 2011 est commencée! ...
Je vous redis donc: Bienvenus à tous à Madrid!...



Card. Stanisław Ryłko
Presidente
Pontificio Consiglio per i Laici
Città del Vaticano

Santa Messa d’inaugurazione della GMG Madrid 2011
Saluto ai giovani
Plaza Cibeles, 16 agosto 2011


Carissimi giovani,

ecco, è arrivato il giorno tanto atteso: l’inaugurazione della XXVI Giornata Mondiale della Gioventù. Dopo un lungo cammino di preparazione finalmente siete qui, a Madrid, metropoli bellissima e moderna che in questi giorni sarà la capitale della gioventù cattolica del mondo intero...
“Benedetto colui che viene nel nome del Signore!...” (Sal 118,26). Con queste parole del Salmista vi do un cordiale benvenuto e un affettuoso saluto da parte del Pontificio Consiglio per i Laici, il dicastero della Santa Sede al quale il Papa ha affidato l’organizzazione dei raduni mondiali dei giovani. Un riconoscente pensiero rivolgo ai vostri vescovi, ai sacerdoti, ai religiosi e alle religiose, nonché ai formatori laici che vi hanno accompagnato e che vi hanno guidato nel percorso di preparazione spirituale a questa grande avventura della fede che vivremo insieme in questi giorni.
A questo appuntamento con il Santo Padre Benedetto XVI avete portato con voi i vostri progetti e le vostre speranze, ma anche le vostre inquietudini, le preoccupazioni per le scelte che vi attendono... Saranno giorni indimenticabili di importanti scoperte e decisioni determinanti per la vostra vita...
La nostra riflessione e la nostra preghiera di questi giorni saranno guidate dalla parola di San Paolo che ben conoscete: “Radicati e fondati in Cristo, saldi nella fede...” (Cfr Col 2,7). E’ una parola molto impegnativa perché contiene un preciso programma di vita per ciascuno di noi! In questi giorni al centro della nostra riflessione ci sarà la fede. Perché la fede è un fattore decisivo nella vita di ogni uomo. Tutto cambia se Dio c’è o non c’è! La fede è la radice che ci nutre con la linfa vitale della parola di Dio e dei sacramenti; è il fondamento, la roccia su cui costruire la vita, la bussola sicura che guida le nostre scelte e dà alla nostra vita l’orientamento decisivo.
Oggi però molti si chiedono: nel nostro mondo, che così spesso rifiuta Dio e vive come se Dio non ci fosse, la fede è ancora possibile?...
Carissimi giovani! Voi siete convenuti qui, a Madrid, dagli angoli più remoti del pianeta, per dire ad alta voce al mondo intero - e in particolare a questa Europa che dà segni di profondo smarrimento - il vostro convinto “sì”! “Sì”, la fede è possibile! Anzi, è un’avventura meravigliosa che ci permette di scoprire tutta la grandezza e la bellezza della nostra vita... Perché Dio, che si è rivelato nel volto di Cristo, non diminuisce l’uomo, ma lo esalta oltre ogni misura, al di là di ogni immaginazione! ... In questi giorni, insieme con gli Apostoli, vogliamo tutti gridare al Signore: “Aumenta la nostra fede!” (Lc 17,5)... Vogliamo anche pregare con sant’Anselmo: Signore, «insegnami a cercarti, e mostrati a me che ti cerco. Io non posso cercarti se tu non mi istruisci, né trovarti se tu non ti mostri» (Proslogion 1,1).
In attesa dell’arrivo di Papa Benedetto XVI, abbiamo accolto questa sera un ospite speciale della GMG di Madrid: il Beato Giovanni Paolo II, tornato in mezzo a voi giovani che tanto ha amato, e altrettanto è stato amato da voi: è tornato come vostro Beato Patrono e come il Protettore di cui potete fidarvi; è tornato come amico - un amico esigente, come amava definirsi... E’ venuto a dirvi ancora una volta, con tanto affetto: Non abbiate paura! Scegliere Cristo nella vita è acquistare la perla preziosa del Vangelo per la quale vale la pena donare tutto!...

Carissimi giovani!
La GMG di Madrid 2011 è iniziata! ...
Vi dico di nuovo: Benvenuti tutti a Madrid!...


WELCOME GREETING
Plaza de Cibeles, 18th of August, 2011

Holy Father,

You have arrived in Madrid, the capital of Spain, to preside over the 26th World Youth Day. Young people of the five continents have welcomed you at the historical Gate of Alcala after which the Mayor has given you the keys to this City, an open hearted and noble city where no one is a stranger, but a brother. We find ourselves in the Plaza of Cibeles, the most emblematic and popular of all Madrid plazas, and today it welcomes the festive presence of this immense multitude of young people who have come from every corner of the world and receive you with joyful and boundless enthusiasm as the one who comes in the name of the Lord. Many arrived in Madrid along with a great number of their Spanish companions after a fruitful pilgrimage organized by the dioceses, cities and towns of Spain. Here they are, dear Holy Father, to live this encounter with you, like children and brothers and sisters of the same Church: the new city of God, which knows no borders! They have made this great project their own, this spiritual and apostolic objective, which the Father and Shepherd of the Universal Church has proposed to them: that their lives are planted and built up in Christ; that they remain firm in the faith, the faith in Jesus Christ, their Brother, their Friend, their Lord, their Savior! Their blessed and radiant joy is easily explainable, beloved Holy Father. The successor of Peter, “the Vicar of Christ and visible Head of the whole Church, the house of the living God” (LG. 18) has come to this gathering to strengthen them in that faith which opens their hearts to the grace and love of Jesus Christ, which has the ability to change their lives forever and fill them with joy, a contagious joy capable of transforming not only their own lives, but also the lives of their families and home towns. The Pope calls to them to be “witnesses of joy” and that they will be. Spain, this old nation and community of towns whose history began with the word and embrace of Apostolic Preaching, is experiencing it once again. You can see that these young people, who since last Tuesday have filled the streets and plazas of Madrid, and the week before those of many places in Spain, have a deep sense of their purpose in life, because they are filled with the truth, because they are filled with Christ.

Madrid, dear Holy Father, its’ Diocese, its’ member Dioceses and all the Dioceses of Spain, welcome you with deep gratitude, feeling and sharing the same ardor of love for the Pope that these young people are feeling and demonstrating. Your visit is a visit of exceptional value. With you comes the “Young Church,” accompanied by her diocesan bishops, priests, and consecrated members in numbers representative of a truly universal “catholic” Church! Christ Resurrected is passing by!

And so with the Church of Spain, the society and authorities of Spain, and most importantly, the immense majority of Spaniards receive and greet you with the reverent and noble feelings appropriate to a people with a 2000 year old Christian tradition and are exceedingly generous and willing to do whatever necessary for the success of this World Youth Day! The people of Spain!

Welcome dear Holy Father! Thank you from the bottom of our hearts! Madrid and the whole of Spain, the Church and all society, welcome you with the doors of their homes and their hearts wide open!

The Prayers of our contemplative communities as well as a countless number of dear souls will accompany us these next few days with a tremendous sense of love for the Pope, the Church and her young people. We entrust ourselves to the maternal care of the Virgin Mary, Our Lady of Almudeña, Patron of Madrid!

May these next few days between us be filled with happiness, dear Holy Father! Blessed be the Risen Christ!

















HOMILÍA del Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal-Arzobispo de Madrid
en la Eucaristía de apertura de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud
Plaza de la Cibeles, 16.VIII.2011; 20’00 h.
(Is 52, 7-10; Sal 95; Rom 8, 31b-35. 37-39; Jn 21, 15-19)


Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

1. ¡Bienvenidos a Madrid para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud convocada por nuestro Santo Padre Benedicto XVI hace tres años en Sydney y que se inicia con la solemne celebración eucarística en esta céntrica Plaza madrileña de la Cibeles!

¡Bienvenidos Sres. Cardenales, Arzobispos y Obispos! ¡Os saludo con afecto fraterno en el Señor! Os acompañan numerosos sacerdotes, consagrados y consagradas y una ingente multitud de jóvenes, esperanza y futuro de nuestras Iglesias particulares, de nuestros pueblos y naciones, ¡de la Iglesia entera!

2. Permitidme que me dirija a ellos directamente como Pastor de la Iglesia Diocesana de Madrid y como Presidente de la Conferencia Episcopal Española y que les diga con todo el corazón:

Queridos jóvenes del mundo: ¡Bienvenidos a España! Muchos de vosotros habéis experimentado y apreciado ya en los días de la semana previa en vuestro recorrido por las Diócesis españolas la cordial acogida y el amor fraterno de vuestros hermanos los jóvenes de España, de sus familias, de sus comunidades y de sus Pastores. Habéis podido comprobar que esa actitud de brazos abiertos y de cálida simpatía tiene que ver profundamente con el hecho vivo de un viejo país formado por una comunidad de pueblos: ¡España!, cuya principal seña de identidad histórica, ¡de su cultura y modo de ser!, es la profesión de la fe cristiana de sus hijas e hijos en la comunión de la Iglesia Católica. La personalidad histórica de España se forja con rasgos inconfundibles en torno a la visión cristiana del hombre y de la vida desde los albores mismos de su historia, iniciada en gran medida con la primera andadura de la predicación apostólica en suelo español hace casi dos mil años. Uno de los más lúcidos escritores e intérpretes de la España contemporánea pudo decir: “España se constituye animada por un proyecto histórico que es su identificación con el cristianismo” .

3. ¡Bienvenidos a España y bienvenidos a Madrid, su Capital! La Iglesia metropolitana de Madrid con sus Diócesis sufragáneas, Alcalá de Henares y Getafe, os abren no sólo las puertas físicas de sus parroquias, de sus colegios, de sus más variados edificios e instalaciones culturales y deportivas, junto con las cedidas generosamente por las instituciones públicas y privadas para este acontecimiento singular, sino, también, esos ámbitos más humana y cristianamente cálidos que son sus familias y sus comunidades. Es decir: ¡os abren las puertas de su corazón!

¡Sentíos como en vuestra propia casa, como en vuestro propio hogar! La Iglesia y el pueblo de Madrid quiso −y quiere− ser para todos vosotros desde ayer mismo, en ese siempre difícil momento de la llegada y del alojamiento de los peregrinos y durante los días de la Jornada que culminan el domingo, lugar propicio para vivir la amistad y la fraternidad cristiana en el marco a la vez humano y divino de la Iglesia Universal, que es Casa y Familia de los hijos de Dios esparcidos por toda la faz de la tierra. Y así como España no es inteligible sin su bimilenaria tradición católica, Madrid, residencia real y su Capital desde la segunda mitad del siglo XVI, en plena irrupción de la Modernidad, tampoco. Las raíces cristianas de esta ciudad, muy antiguas, bien identificadas al iniciarse el segundo milenio del cristianismo, siguen vivas y vigorosas influyendo en la configuración de su fisonomía social, cultural y humana, pero, sobre todo, de su alma: ¡el alma de sus hijos e hijas! ¡Madrid es una ciudad acogedora y cordial de todos los que la visitan, vengan de donde vengan!

4. Las Jornadas Mundiales de la Juventud, con su ya larga trayectoria de más de un cuarto de siglo, son inseparables del Beato, en cuya memoria celebramos esta tarde la Eucaristía en la Plaza de la Cibeles madrileña; muy cerca, por cierto, del lugar en que él mismo presidió tres grandes celebraciones en los años 1982, 1993 y 2003. Os estoy hablando del inolvidable, venerado y querido Juan Pablo II. ¡El Papa de los jóvenes! Con Juan Pablo II se inicia un periodo histórico nuevo, ¡inédito!, en la relación del Sucesor de Pedro con la juventud, y, consecuentemente, una hasta entonces desconocida relación de la Iglesia con sus jóvenes: relación directa, inmediata, de corazón a corazón, impregnada de una fe en el Señor, en Jesucristo, entusiasta, esperanzada, alegre, contagiosa. Desde aquella convocatoria primera de la Jornada de 1985 en Roma hasta esta Jornada de Madrid se ha ido desgranando una bella historia de fe, esperanza y amor en tres generaciones de jóvenes católicos y no católicos, que han visto cómo se transformaba su vida en Cristo y cómo surgían entre ellos innumerables vocaciones para el sacerdocio, la vida consagrada, el matrimonio cristiano y el apostolado. La santidad personal de Juan Pablo II brilla con un atractivo singular precisamente en este aspecto de la evangelización de los jóvenes contemporáneos. Nuestro Santo Padre Benedicto XVI no ha dudado en resaltar el amor a los jóvenes de Juan Pablo II en la Homilía de su Beatificación el primero de Mayo en la Plaza de San Pedro.

5. El secreto de esa luminosa personalidad, moldeada en la perfección de la caridad, se desvela fácilmente a la luz de la Palabra de Dios que ha sido proclamada. La clave de explicación de toda su vida, consagrada al Señor, a la Iglesia y al hombre, no es otra que su encendido amor a Jesucristo, del que, como San Pablo, no quiso apartarse nunca. Juan Pablo II pasó también en su vida por la aflicción, por la angustia, por la persecución, por las carencias más elementales en los años de la II Guerra Mundial, de la ocupación implacable y cruel de su patria, del despojo inhumano de los suyos… Sufrió el dolor de los perseguidos por la causa de Cristo antes y después de su elección a la Sede de Pedro: literalmente, hasta la sangre. Testigo indomable de la verdad y de la esperanza cristiana, vivió la verdad del “si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?”, sin miedo a ninguna oposición interna o externa a la Iglesia. ¡Fue un valiente de Cristo! Nada pudo apartarle de su amor.

¡Que emocionante resulta imaginarse y revivir los momentos de su diálogo íntimo con el Señor cuando le pregunta si “le ama más que éstos”! ¡Cuántas veces le habrá respondido en las más críticas, doloridas y decisivas circunstancias de sus años de Pastor de la Iglesia Universal: “Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero”! El Papa sabía muy bien que apacentar las ovejas de Jesús comportaba dejase “ceñir” por otro y ser llevado adonde uno no quisiera.

6. Este amor apasionado a Jesucristo es precisamente lo que fascinaba y cautivaba a los jóvenes. Comprendían que de este modo ellos eran queridos y amados por el Papa de verdad: sin halagos, ni disimulos; ni interesada, engañosa o superficialmente; sino con toda la autenticidad del que sólo buscaba su bien, el bien de sus vidas: ¡su felicidad!, ¡su salvación! Y lo buscaba entregando, sin reservase nada, la propia vida. Lo intuían con el corazón más que lo razonaban con la cabeza. No es extraño, pues, que viesen en el Papa a aquel mensajero de la gracia y de la paz de Jesucristo, anunciado por el Profeta Isaías, cuando decía: “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: «Tu Dios es rey»!”. Quien quiera que haya vivido las Jornadas Mundiales de Buenos Aires, Santiago de Compostela, Czestochowa, Denver, Manila, Paris, Roma, Toronto… habrá podido constatar que en la forma de recibir al Papa, con aquella mezcla tan entrañable de júbilo y respetuosa ternura, los jóvenes demostraban que le estaban reconociendo como aquel que venía a su encuentro en el nombre del Señor.

7. A partir de la IV Jornada Mundial de la Juventud en Santiago de Compostela en 1989 las Jornadas se conciben y viven como el final gozoso de una peregrinación, fuese cual fuese el lugar de su celebración, sintonizando con el estilo atrayente de la tradición cristiana. Al invitaros a participar en esta Jornada de Madrid, la vigésimo sexta, el Papa os está diciendo: poneos en camino para un nuevo encuentro con el Señor, el amigo, el hermano, ¡Jesucristo! El es el único que puede comprenderos y conduciros a la verdad; daros la vida que no acaba nunca; daros la felicidad: ¡el Amor verdadero! Sí, los jóvenes de las Jornadas Mundiales de la Juventud han sido desde Santiago de Compostela y para siempre peregrinos de la Iglesia. Recorren en comunión con ella un excepcional itinerario espiritual de consecuencias decisivas para el futuro de sus vidas. Comprueban que la senda señalada por el Sucesor de Pedro les lleva efectivamente a Cristo sin que ningún poder humano pueda impedirlo. Senda para su búsqueda; pero sobre todo, camino para su encuentro. Él es el que toma la iniciativa. Juan Pablo II nos recordaba en “el Monte del Gozo” compostelano en la vigilia de la noche del 19 de agosto de 1989 que “la tradición espiritual del Cristianismo no sólo subraya la importancia de nuestra búsqueda de Dios. Resalta algo todavía más importante: es Dios que nos busca. Él nos sale al encuentro”. ¡Cristo es, queridos jóvenes, el que os busca y sale al encuentro en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011! Dejarse encontrar por Él es la clave del éxito de toda Jornada Mundial de la Juventud. Y, por supuesto, también de ésta que hoy comenzamos. ¡Será vuestro éxito!

8. Benedicto XVI, nuestro Santo Padre, ha presidido las Jornadas de Colonia en agosto de 2005 y de Sydney en julio del 2008 en continuidad creativa con Juan Pablo II. ¡Inolvidables ambas! Pasado mañana, día 18 de agosto, llegará D.m. a Madrid, para presidir la que hoy y ahora se inicia con la Acción de Gracias y la Plegaria Eucarística de este atardecer madrileño en la Plaza de la Cibeles. En su llamada dirigida a vosotros, jóvenes del avanzado comienzo del Tercer Milenio, resuenan con nuevos y sugestivos acentos la misma solicitud paternal y el mismo amor que movió al Beato Juan Pablo II a instituir las Jornadas Mundiales de la Juventud. Vosotros, los jóvenes que os encontráis aquí, y otros muchos que hubieran deseado participar en nuestra Jornada de Madrid y no han podido o no han querido, sois la generación de Benedicto XVI. No es la misma que la de Juan Pablo II. Vuestro “sitio en la vida” tiene sus peculiaridades. Vuestros problemas y circunstancias vitales se han modificado. La globalización, las nuevas tecnologías de la comunicación, la crisis económica, etc., os condicionan para bien y, en muchas ocasiones, para mal. A los jóvenes de hoy, con raíces existenciales debilitadas por un rampante relativismo espiritual y moral, “encerrados por el poder dominante” (Benedicto XVI. Mensaje para la JMJ 2011, 1), y sin hallar sólidos fundamentos para vuestras vidas en la cultura y la sociedad actuales, incluso, no rara vez, en la propia familia…, se os tienta poderosamente hasta los límites de haceros perder la orientación en el camino de la vida: ¿Cómo no va a vacilar a veces vuestra fe? La juventud del siglo XXI necesita, tanto o más que las generaciones precedentes, encontrar al Señor por la única vía que se ha demostrado espiritualmente eficaz: la del peregrino humilde y sencillo que busca su rostro. El joven de hoy necesita ver a Jesucristo cuando Él le sale al encuentro en la Palabra, en los Sacramentos, “también, muy especialmente, en la Eucaristía y en el Sacramento de la Penitencia, en los pobres y enfermos, en los hermanos que están en dificultad y necesitan ayuda” (Benedicto XVI. Mensaje, 4). Necesita verle y entrar en diálogo íntimo con Él, que le ama sin pedirle nada a cambio, salvo la respuesta de su amor. La intención del Papa, que tanto os quiere, va justamente en esta dirección: que experimentéis en la Comunión Católica de la Iglesia la verdad y la imperiosa urgencia de hacer vida vuestra el lema de la Jornada Mundial de la Juventud 2011: “arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (Cf. Col 2,7).

9. Juan Pablo II concebía las Jornadas Mundiales de la Juventud como un valiosísimo instrumento de la nueva evangelización. También, nuestro Santo Padre Benedicto XVI.

Queridos jóvenes: ¡vivid, pues, esta celebración eucarística de la inauguración de la Jornada Mundial de la Juventud agradeciendo al Señor el sentiros llamados desde este mismo momento a ser sus discípulos y testigos! ¡No lo dudéis! Jesucristo os muestra el camino y la meta de la verdadera felicidad. No sólo a vosotros; también a vuestros compañeros y amigos alejados de la práctica religiosa e, incluso, de la fe o desconocedores de la misma. Jesús os busca para enraizarse en vuestro corazón de jóvenes del Tercer Milenio. Vivid la celebración como la gran Plegaria de la Iglesia que ofrece el Sacrificio de Jesucristo Crucificado y Resucitado al Padre como suyo propio por la salvación de todos los hombres; y en la Comunión eucarística de su Cuerpo y de su Sangre no rehuyáis que os haga enteramente suyos. Tened presente estos días que el Señor, por medio del Papa, os va a preguntar: ¿aceptáis el formidable y hermoso reto de “la nueva evangelización” de vuestros jóvenes coetáneos? Respondedle que sí, recordando aquella vibrante y valiente llamada de Juan Pablo II en la Homilía del Monte del Gozo el 20 de agosto de 1989: ¡“No tengáis miedo a ser santos”! ¡“dejad que Cristo reine en vuestros corazones”! Respondedle que sí con toda la capacidad de ilusión y apertura generosa a los grandes ideales de la vida que os es tan propia. ¡Responded a la renovada llamada de Benedicto XVI con un claro y coherente compromiso de vida! Se evangeliza con las palabras y con las obras, hoy más que nunca. Juan Pablo II decía a los jóvenes españoles en la Vigilia Mariana de “Cuatro Vientos”, el 3 de mayo de 2003, que la nueva evangelización es una tarea de todos en la Iglesia: “En ella los laicos tienen un papel protagonista, especialmente los matrimonios y las familias cristianas, sin embargo, la evangelización requiere hoy con urgencia sacerdotes y personas consagradas. Por lo tanto, si en estos días oyes la llamada de Dios “que te dice: «¡Sígueme!» (Mc 2, 14; Lc 5.22), no lo acalles. Sé generoso, responde como María ofreciendo el sí gozoso de tu persona y de tu vida”.

10. Al cuidado maternal de la Virgen María, Madre del Señor y Madre de la Iglesia, nos confiamos al iniciar la Jornada Mundial de la Juventud 2011. Los madrileños la invocan como su Patrona bajo la advocación de “Santa María, la Real de la Almudena”. María ha velado siempre por la firmeza de la fe, por la certeza de la esperanza y por el ardor de la caridad de todas sus hijas e hijos de Madrid. ¡Que vele muy especialmente estos días por vosotros, los jóvenes de esta Jornada Mundial de la Juventud del 2011, peregrinos a esta ciudad eminentemente mariana que es Madrid para el encuentro con el Santo Padre! ¡Que os cuide como sólo ella sabe hacerlo!, ¡que cuide a nuestro Santo Padre Benedicto XVI, a los Obispos y sacerdotes, a todos vuestros Pastores y acompañantes! ¡que cuide y proteja a vuestras familias! Rememorando la oración de Juan Pablo II, recitada al finalizar la inolvidable Vigilia del Rosario, ya mencionada −¡su broche de oro!−, os invito a implorar esta noche a María con sus mismas palabras:

“Dios te salve, María, llena de gracia.
Esta noche te pido por los jóvenes
venidos a Madrid desde todos los rincones de la tierra,
jóvenes llenos de sueños y esperanzas.
Ellos son los centinelas del mañana,
el pueblo de las Bienaventuranzas:
son la esperanza viva de la Iglesia y del Papa.
Santa María, Madre de los jóvenes,
intercede para que sean testigos de Cristo Resucitado,
apóstoles humildes y valientes del tercer milenio,
heraldos generosos del Evangelio.
Santa María, Virgen Inmaculada,
reza con nosotros,
reza por nosotros”. Amén.

Santos Patronos de la JMJ 2011 −San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, San Ignacio de Loyola, San Juan de Ávila, San Francisco Javier, San Juan de la Cruz, Santa Rosa de Lima, San Rafael Arnáiz− ¡rogad por nosotros!

¡Beato Juan Pablo II ruega por nosotros, ruega por los jóvenes de la JMJ 2011 para que abran de par en par sus corazones a la gracia salvadora de Cristo, el único Redentor del hombre, en estos extraordinarios días del Espíritu en los que queremos “contar las maravillas del Señor a todas las naciones”!

Amén.





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